lunes, 26 de diciembre de 2022

Estilos escritos por Oscar Rosati



Oscar Rosati prestó gran atención al folklore de su tierra y países limítrofes. En artículos anteriores ya presentamos sus composiciones con las formas de chamamé, zamba, milonga, vals peruano o chôros. En esta ocasión damos a conocer los estilos que escribió Rosati para guitarra.

El guitarrista Alberto Chahin ha tenido la gran gentileza de comentarnos los aspectos más importantes del estilo, forma musical que él adora al pertenecer a su tierra. 

Presento las obras y seguidamente conoceremos lo que nos explica Chahin sobre el estilo.


Emilio 

Esta es una de las obras que aparecen en el álbum «Juvenil n.º 2» de Oscar Rosati, distribuido por Antigua Casa Nuñez (Buenos Aires). De estos álbumes se publicaron 2. En ellos se recopilan las piezas que el maestro escribió como regalo de cumpleaños a sus alumnos de Comodoro Rivadavia, ciudad en la que Rosati estuvo trabajando durante los años 40 y 50 (s. XX).

En este caso, el regalo está dedicado a su alumno Emilio Ernesto Rius, con fecha del 19 de noviembre de 1954. Las obras que componen estos álbumes juveniles son pequeñas joyas musicales, de fácil ejecución, pero llenas de inspiración y buen criterio pedagógico. 

La presente edición se basa en un ejemplar del archivo del profesor de guitarra José Luis Vergara. 


Partitura: Emilio


Campo en flor 

Esta obra la encontraremos entre las piezas que conforman la parte del final del método de guitarra «Cartilla de la guitarra (segunda parte)» de Oscar Rosati. Este método fue impreso en junio de 1966, se encargó de la distribución la editorial Antigua Casa Nuñez (Buenos Aires, Argentina). 

Al igual que la anterior obra, Campo en flor es una de esas piezas llena de calidad musical, pero respetuosa con el nivel técnico de los estudiantes. 


Partitura: Campo en flor


Montes lejanos 

Este estilo lo compuso Rosati en una de sus estancias en su casa de veraneo en Santa Clara del Mar (Buenos Aires), vivienda que él simpáticamente bautizó como «El Langostino Melancólico». Fue escrita en enero de 1965, y dedicada a sus amistades Beatriz y Arturo Altamirano: 

A mis queridos amigos Beatriz y Arturo Altamirano 

La presente edición se basa en un manuscrito que conservó el guitarrista José Smiroldo. José era amigo de Rosati y, curiosamente, también de Alberto Chahin, con el cual tocaron a dúo durante años. Todo el archivo musical de Smiroldo fue donado a la biblioteca Juventud Moderna de Mar del Plata, gracias a esa biblioteca podemos disponer de esta obra.


Partitura: Montes lejanos



ACERCA DEL ESTILO 


El Estilo es una forma musical originaria de La Pampa y del sudeste de la provincia de Buenos Aires. No pertenece al género de las danzas, como suele pasar con muchos géneros nacidos en el folklore. Es la forma musical de la zona que mejor describe ese entorno: el campo, la planicie, la lejanía en los cuatro horizontes… Territorio eminentemente agrícola y ganadero, tierra de gauchos. Un autor que escribió de forma brillante para este género fue Abel Fleury, destacaríamos su obra Estilo Pampeano.

Estructura 

Esta forma se inicia con un allegro a modo de introducción, utilizando la técnica de arpegio. Normalmente, se le aplica un crescendo, un accelerando y para acabar, un ritardando. 

Seguidamente, empieza una primera parte lenta, con un tipo de melodía que parece como si hablara o cantara (Chahin recuerda como su madre cantaba a veces esa sección con letra). En guitarra se interpreta con mucha intención, imitando la guitarra campera. Esta forma de tocar se refiere a que no hay que buscar una limpieza y pulcritud en el placado de las notas simultáneas, sino más bien darle una interpretación popular y menos académica.

Posteriormente, vendría el cuerpo de la composición. Es un tema lento en compás ternario, popularmente llamado valsecito. Lo encontraremos tanto en compás 3/4 como 6/8. 

Acabada esa parte se reexpone el tema lento tocado anteriormente, resolviendo la obra con el arpegio (o parte de él) utilizado en la introducción.

Los estilos Emilio y Campo en flor de Rosati respetan fielmente la gracia y armonía típica de los estilos más tradicionales, en cambio, Montes lejanos, incursiona en armonías y ritmos que lo alejan de la forma más popular.


Para acabar, escuchemos a Alberto Chahin interpretando Estilo Pampeano del maestro Abel Fleury. 



miércoles, 9 de noviembre de 2022

Chamamés escritos por Oscar Rosati



Oscar Rosati prestó gran atención al folklore de su tierra y países limítrofes. En artículos anteriores ya presentamos sus composiciones con las formas de zamba, milonga, vals peruano o chôros. En esta ocasión damos a conocer los chamamés que escribió para guitarra.

La guitarrista rosarina Liliana Mallo ha tenido la gran gentileza de describirnos los aspectos más importantes del chamamé, ha preparado un artículo muy bien documentado. Presento las obras y seguidamente leeremos el magnífico texto de Liliana.

Osvaldo

Esta es una de las obras que aparecen en el álbum «Juvenil n.º 2» de Oscar Rosati, distribuido por Antigua Casa Nuñez (Buenos Aires). De estos álbumes se publicaron 2. En ellos se recopilan las piezas que el maestro escribió como regalo de cumpleaños a sus alumnos de Comodoro Rivadavia, ciudad en la que Rosati estuvo trabajando durante los años 40 y 50 (s. XX). 

En este caso, el regalo está dedicado a su alumno Osvaldo Víctor Alderete, con fecha del 14 septiembre de 1953. Las obras de estos álbumes son excelentes como parte del aprendizaje del estudiante de guitarra, son piezas realmente encantadoras y sin grandes exigencias técnicas. 


Partitura: Osvaldo

Chamamé

El manuscrito de esta obra está fechado en Buenos Aires, mayo de 1978. Es una de las últimas obras, si no la última, que escribió el maestro antes de fallecer. Es sorprendente la alegría y belleza que transmite esta partitura, teniendo en cuenta el estado de salud en que se encontraba en esos momentos Oscar. El manuscrito tiene la siguiente dedicatoria: 

Al Dr. Aureliano D. N. Maciel, prestigioso profesional y guitarrista admirable. 

En esa época, recuerda la guitarrista María Concepción Patrón, se reunían Rosati y otros colegas en casa de ese doctor. Allí celebraban tertulias guitarrísticas. 

La edición de esta partitura está basada en dos copias del manuscrito, aportados amablemente por Luis Horacio Almirón y Violeta Mara de Tomás de sus respectivos archivos. 


Partitura: Chamamé




ACERCA DEL CHAMAMÉ


Por Liliana Mallo



El Chamamé es un ritmo o estilo musical característico de la región del Nordeste argentino. Corresponde a la región geográfica del litoral del país, atravesada por numerosos ríos, selvas y esteros. Está unido a un conjunto de músicas americanas que se ubican en la antigua región guaranítica, emparentado también con otros géneros similares de países limítrofes (Paraguay y sur de Brasil), y que van desde tempo moderato a allegro. Ejemplos:


Guarania: «Recuerdos de Ipacaraí», Galopa: «Galopera» ...«Danza paraguaya» y «Aire popular paraguayo» de Agustín Barrios por mencionar algunos ejemplos, que pueden incluir además de la guitarra el arpa. Tal es así que inicialmente los compositores populares argentinos registraban sus piezas con diferentes nombres, teniendo todas la misma raíz o perteneciendo al mismo estilo musical: litoraleña o canción litoraleña o polca paraguaya, polka correntina. En Argentina el Chamamé se consolidó como género en las primeras décadas del s. XX. (el 1er chamamé registrado fue «Corrientes Poty» en 1930).



ESTILOS

Existen diferentes variables del género chamamé. Los hay de movimiento lento («De allá ité» Pocho Roch, «Tristeza» Chango Spaziuk) o rápido («Paisano santafesino»). Alguno son exclusivamente instrumentales para lucimiento de los acordeonistas y guitarristas («El Toro» o «El Tren Expreso», «Granja San Antonio»), o que incluyen algún recitado, finalizando con el característico zapukay (grito profundo, ancestral que expresa valor, o libertad… heredero de las tribus guaraníes y recogido siglos posteriores por los hombres de los obrajes, abocados al trabajo de hacheros en la selva). 


Otros chamamés son cantados, con la estructura clásica de la canción tradicional A A B A A B («Merceditas» de S Ríos, «Km 11» de T. Cocomarola, «Entrerriano» ...aunque suele haber excepciones como por ejemplo el bello y simple chamamé «Pedro Canoero» de Teresa Parodi cuya forma es A A B A B). 


En cuanto a la danza, se baila en pareja de enlace, similar al vals pero con la alternancia de breves saltitos y arrastres del paso (coreografía libre). La provincia de Corrientes (Argentina), es la provincia «madre» del chamamé, por su herencia musical de los guaraníes, porque allí vivió precisamente el Padre Sepp y por la amplia producción de sus compositores tradicionales.



ORÍGENES 

Los orígenes del Chamamé se pierden en la memoria del tiempo. Es heredero de antiguas danzas guaraníes colectivas y religiosas, de rítmicas constante y de paso arrastrado. Pero es ineludible la influencia del Padre Antonio Sepp, jesuita y músico austríaco, quien en su breve, pero intensa estadía en la región del litoral argentino, desarrolló diversas actividades relacionadas con la música que fueron determinantes para dar origen a esos ritmos: dirigió un taller de construcción de instrumentos musicales para el culto, formó músicos entre los aborígenes, compuso piezas musicales originales e introdujo el Vals del Tirol. Musicólogos coinciden en reconocer en el chamamé un ritmo nuevo mestizo, formado por la fusión de las dos vertientes musicales mencionadas anteriormente.


La simiente del ritmo sugiere una transformación desde el Vals tradicional, a partir del crescendo del tiempo musical:



Durante las grandes corrientes inmigratorias ocurridas a finales del s. XIX e inicios del XX en Argentina, buena parte de la región del litoral se vio poblada por familias provenientes de la región centroeuropea. El ingreso de estas comunidades, con sus instrumentos aerófonos y sus ritmos (que aún hoy se bailan e interpretan …como por ejemplo la Polka o el Chotis...) fue un ingrediente más para favorecer el desarrollo del chamamé tal como lo conocemos actualmente. El acordeón, por ejemplo, es en el presente el instrumento musical por excelencia para interpretar el chamamé, junto con la guitarra.


“Donde los ríos quieren juntarse,

el Paraná con el Uruguay,

donde lo amargo de los yerbales

busca lo dulce del naranjal,

sobre las ruinas de las Misiones, 

entre San Carlos y San José,

junto a la tumba del Padre Antonio, 

la Providencia me hizo nacer. 

Tengo mis venas como esas calles 

de tierra roja de mi región,

y por mis venas vienen andando 

distintas sangres, en procesión... 

Distintos pueblos con su talante, 

su propia historia y su propia fe, 

y en mí se mezclan ...y resucitan

y en ese Fuelle... Soy... CHAMAMÉ… !!” 


(Julián Zinni)



TEMATICA

Las temáticas de las canciones en ritmo de chamamé abarcan un amplio abanico de realidades: la actividad del hombre en el río, la pesca, las inundaciones, la descripción del paisaje, el amor, el desarraigo al emigrar a las grandes ciudades, como así también el sufrimiento del hombre unido al trabajo forestal, sacrificado y en ocasiones mal remunerado. Una particularidad del chamamé es que sus letras, en muchas ocasiones, se incluyen palabras en guaraní. Ejemplo: “Taipero Poriahu”.


POLIRITMIA

El ritmo del chamamé presenta generalmente un bajo que acompaña en 3 tiempos (3/4 ternario) duplicando los bordoneos de guitarra; mientras que la melodía se desarrolla en tiempo binario (6/8) a cargo del canto y el acordeón. Vale remarcar que en el chamamé, como muchas de las músicas latinoamericanas, conviven perfectamente métricas binarias y ternarias (equivalentes y proporcionales) dando a la masa musical un movimiento muy particular. Otros factores de identidad estilística son los dúos de acordeón y bandoneón, los bordoneos y contracantos de las guitarras, además de los efectos de las apoyaturas breves, las variaciones, remates y fórmulas cadenciales de cierres y final.

martes, 4 de octubre de 2022

Intérpretes de la obra de Oscar Rosati II: Roxana Paredes



Este es el segundo artículo de la nueva sección dedicada a los intérpretes que han grabado obras del maestro Rosati. Como ya comenté, los pioneros fueron Roberto Lara y Omar Andreoni, que ya en los años 70 habían grabado y publicado alguna de sus obras en discos de vinilo.

En esta ocasión nos centraremos en la guitarrista rosarina (Rosario, Argentina) Roxana Paredes. Ella, muy amablemente, ha grabado dos obras como aportación a este trabajo dedicado al maestro Rosati. Son las siguientes:

Al trotecito (milonga)

Milonga escrita por Rosati en Comodoro Rivadavia, abril de 1956. El manuscrito para la presente edición se lo debemos a Luis Horacio Almirón, alumno de Oscar Rosati. La partitura formaba parte del archivo de su padre, el guitarrista Sixto Almirón (1904-1961), gran amigo del maestro.

Partitura: Al trotecito




Estudio nº 16

Escrito en Comodoro Rivadavia en junio de 1952, está dedicado a Alfredo Reyes, esposo de la guitarrista Ofelia Delfino de Reyes (profesora de la guitarrista María Concepción Patrón):

«A mi querido amigo Alfredo Reyes, de todo corazón»

El manuscrito para esta edición se lo debemos, nuevamente, a Luis Horacio Almirón.

Partitura: Estudio nº 16




Roxana Paredes


Cursó sus estudios en la Escuela de Música de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Egresó con los títulos de Licenciada y Profesora Nacional de Música, Especialidad Guitarra. Se desempeña desde el año 2002 como docente en dicha Escuela, siendo actualmente profesora titular de la especialidad. 

Roxana Paredes
Roxana Paredes
Seleccionada como becaria para los cursos “Camping Musical” de La Cumbrecita (Córdoba) y "Música en Compostela" realizado en Santiago de Compostela, España. 

Participó en la grabación del CD “Guitarristas de Rosario” (Municipalidad de Rosario). Ha realizado numerosas presentaciones como guitarrista solista y en dúos y conjuntos de cámara interpretando obras del repertorio clásico, latinoamericano y de su autoría. 

En la actualidad realiza estudios de Armonía y Composición con el Maestro Edgar Ferrer. 

Fue co-fundadora del Centro de Estudios Guitarrísticos de la Escuela de Música – Fac. de Hum. y Artes – UNR, realizando publicaciones regularmente en la revista de dicho centro. 

Ha presentado trabajos de investigación sobre diversas temáticas relacionadas con la educación musical en congresos nacionales e internacionales realizados en La Plata, Rosario, Villa María, San Juan y Buenos Aires. 

En 2018 recibió una invitación del Conservatorio Superior de Música Castilla- La Mancha para realizar un concierto y Masterclass, integrando el Dúo de Canto y Guitarra Fridman-Paredes. También el Dúo recibió una invitación para realizar un recital en el Colegio Mayor Argentino Ntra Sra de Luján (Madrid). 


Contacto

Correo: roxparedes@gmail.com

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCYGKEGKz4lD_B_NU51JC-ng

jueves, 28 de julio de 2022

Obras de Oscar Rosati: Suite Argentina «Cantos de la flora»



En numerosas ocasiones Rosati recurrió a la naturaleza y la geografía como fuente de inspiración para sus obras. Ejemplos serían sus creaciones: Flor temprana, Hacia las montañas…, Junto al mar, Campo en flor, Limeña flor, Remanso, En el campo, Llampa, Minuet del pájaro silbador, Montes lejanos… y la obra que trataremos a continuación: Suite Argentina «Cantos de la flora».


Suite Argentina «Cantos de la flora» 

Nos encontramos ante una obra de concierto con importantes exigencias para el intérprete, la suite está articulada en tres piezas, cada una dedicada a un espécimen de la botánica argentina: 

1 - Canción del arrayán / Canto al arrayán 
2 - Cardones 
3 - Padre ombú 

En el caso de la primera pieza se puede observar que he puesto dos títulos diferentes: inicialmente Rosati tituló la obra como «Canto al arrayán», así aparece en uno de los dos manuscritos de que dispongo. Posteriormente, Rosati registró la obra en SADAIC con el título «Canción del arrayán», y así es como aparece en los programas de concierto que me han compartido. 

Para situar la época de creación de esta obra me tengo que basar en las siguientes fuentes: la edición impresa de la pieza Cardones y en los programas de concierto donde aparece la obra completa o alguna de sus partes. Los manuscritos de que dispongo no están fechados:

  • Cardones - edición impresa (Buenos Aires, 9 septiembre 1963)
  • Canción del arrayán / Cardones / Padre ombú - Concierto de María Concepción Patrón (Buenos Aires, 18 septiembre 1964) 
  • Cardones - Concierto de Oscar Rosati (Buenos Aires, 8 noviembre 1973) 
  • Cardones - Concierto de Oscar Rosati (Buenos Aires, 23 mayo 1975) 
  • Canción del arrayán / Cardones - Concierto de María Concepción Patrón (Buenos Aires, 17 abril 1977)


Canción del arrayán


Centrándonos en Argentina: el arrayán es un árbol de corteza color castaño cuando el árbol es joven y anaranjado cuando es adulto; está cubierta por una capa de textura pilosa y sedosa que se desprende al contacto. Lo encontraremos en los bosques templados de la zona andina desde el centro de la provincia de Neuquén.
(Wikipedia) 

Esta obra es un aire sureño (en otro manuscrito, Aire de vidalita sureña) que Rosati dedicó a su esposa, Elisa Quartara: 

—A mi esposa—

De esta obra dispongo de dos manuscritos: uno titulado «Canción del arrayán» (Aire sureño), perteneciente al archivo de SADAIC, y otro titulado «Canto al arrayán» (Aire de vidalita sureña) perteneciente al archivo de la eminente guitarrista María Concepción Patrón. 

Hay diferencias entre las dos versiones, por esa razón las publico en su conjunto. Considero que la versión final es la que Rosati registró en SADAIC, que a diferencia del otro manuscrito, este está ya perfectamente digitado. Hay que comentar que en esta versión del archivo de SADAIC no aparece la dedicatoria a su esposa. 



Cardones 


En singular cardón. Es una planta armada de espinas que puede alcanzar los 10 metros de altura, habita en áreas montañosas o altiplánicas del centro-oeste de América del Sur.
(Wikipedia) 

Esta es la única obra de la suite que fue publicada. Fue impresa en Buenos Aires el 9 septiembre 1963 y distribuida por Antigua Casa Nuñez. Rosati presenta esta pieza como un preludio norteño. 

En este caso, la obra fue dedicada a la antes mencionada guitarrista María Concepción Patrón: 

—A la talentosa guitarrista María Concepción Patrón, con afecto—

Cuando Rosati entregó la partitura a María Patrón, el maestro le dedicó un texto de su puño y letra con un hermoso mensaje: 

—Yoyi, quiera Dios que la música sea para tu alma una preciosa necesidad, como la lluvia para la tierra sedienta, así, se cubrirá de flores tu sendero.—

De esta partitura dispongo de dos ejemplares, aportados amablemente por los guitarristas Lucio Núñez y Gustavo Antonio Aponte.

Gracias a un documento sonoro cedido por Luís Horacio Almirón (alumno de Rosati), tenemos el gran privilegio de poder escuchar la pieza «Cardones» en interpretación del mismo Oscar Rosati. La grabación se hizo en la Casa de la Provincia de Buenos Aires el 8 de noviembre de 1973.


Partitura: Cardones


Padre ombú


El ombú es una planta herbácea, cuyo tronco llega a tener varios metros de altura y gran diámetro. Por lo que desde el punto de vista morfológico es un árbol. En la región pampeana de Argentina es una especie ampliamente conocida por su particularidad de dar sombra y de actuar como marca para señalizar territorios en el paisaje pampeano.
(Wikipedia) 

«Padre ombú» es la parte final de la suite, esta pieza es muy diferente a las anteriores dada su gran extensión y continuos cambios de secciones. Se intuye una obra programática, y tal vez lo sea, si nos fijamos en un detalle: Rosati la presenta como «Leyenda».

Investigando al respecto descubrí una bonita historia titulada «La leyenda del ombú». En ella se narra como varios de árboles van eligiendo sus características para mostrarse en la naturaleza. Todos pedían importantes atributos, a diferencia del ombú, que sus exigencias eran extremadamente humildes: se conformaba con dar sombra, servir de señalización y tener un tipo de leña débil, esponjosa y frágil.

Tal vez Rosati se basó en esa leyenda para desarrollar la obra (aunque en ella no aparece la palabra «Padre»). De momento es una incógnita.

Esta tercera parte de la suite la descubrí gracias a María Patrón, formaba parte de su repertorio y disponía de un manuscrito que amablemente me compartió. Consta de siete páginas, con la habitual excelente caligrafía de Oscar Rosati. Eso no quita cierta dificultad a la hora de hacer la nueva edición, dada la enorme densidad de notas, alteraciones, símbolos y textos de algunos compases. Para su fácil lectura he ampliado la partitura a ocho páginas.

Partitura: Padre ombú

Para acabar, compartiré unas palabras de María Patrón refiriéndose a esta suite:

Pienso (habla de Padre ombú) que como está referido a la zona central de nuestro país, tiene que ver con los ritmos típicos del estilo y la milonga pampeana. Así como la vidalita es sureña y la vidala y el bailecito son norteños. También se me ocurre (no lo puedo afirmar) que la dedicatoria a Elisa puede relacionarse a que ella era del sur. Y Cardones porque mi apellido es de origen norteño. Lo de Padre ombú podría deberse a que en la pampa es siempre el típico árbol que cobija a hombres y animales.

Agradecimientos

  • Luís Horacio Almirón: Programas de concierto y grabación de Cardones.
  • Maria Concepción Patrón: Partituras y programas de concierto.
  • SADAIC, Lucio Núñez y Gustavo Antonio Aponte: Partituras.

jueves, 28 de abril de 2022

Estudios de Oscar Rosati para campanelas y trémolo



La mayoría de los estudios de iniciación a la guitarra que escribió Rosati fueron publicados, a diferencia de los de nivel avanzado, que quedaron circunscritos en la intimidad de las clases que impartía a sus alumnos más aventajados. Gracias a la gentileza de alguno de estos alumnos he podido recuperar varios de estos valiosos estudios. Dos de ellos, excepcionalmente, llegaron a ser publicados, son los estudios enfocados a los recursos guitarrísticos de las campanelas y el trémolo.

Arpa Guaraní (Canción litoraleña)

Estudio para campanelas


El arpa es un instrumento muy importante dentro del folklore musical de la cultura guaraní, llegó de Europa en el siglo XVII. En su nuevo contexto, el instrumento sufrió cambios en su organología y técnica de ejecución.

Este asunto me era desconocido hasta que en mi población, donde trabajo en un estudio de grabación, vino temporalmente una comunidad de trabajadores paraguayos. Uno de ellos contactó conmigo porque quería grabar unas canciones con su conjunto musical.

Recuerdo muy bien el primer día de grabación, fue en verano del 2008: entró un señor (cantante y director del conjunto) acompañado de unos jóvenes músicos que le tenían mucho respeto, hablaban en un peculiar idioma desconocido para mí (el guaraní). Fue la primera vez que pude ver y escuchar en vivo la llamada arpa paraguaya, todo era diferente en comparación al arpa que conocía: su tamaño, sonido, técnica… Las interpretaciones eran ejecutadas con impecable ritmo y gran virtuosismo. La producción duró varios días. Los músicos, después de su dura jornada laboral en la construcción, aún les quedaban fuerzas para venir cada tarde a grabar.

El señor antes mencionado era Silverio Rojas Vargas. Sin saberlo, había estado trabajando con uno de los más eminentes folkloristas de Paraguay. Esto lo descubrí al cabo de un tiempo leyendo un artículo que hacía referencia a él y su reciente fallecimiento, a los 71 años, en mayo del 2011 a causa del dengue.

Esta historia la he explicado para hacer un homenaje a Silverio y resaltar lo importante que es conocer las fuentes de inspiración de las obras a la hora de interpretarlas, sobre todo cuando son lejanas a nuestra cultura. Volvamos a Rosati.

El objetivo del estudio arpa guaraní es precisamente la imitación del sonido del arpa paraguaya, para ello es necesario utilizar un recurso guitarrístico llamado campanelas. La técnica, en este caso concreto, es necesaria para tocar las diferentes notas de la melodía sin que dos notas seguidas compartan la misma cuerda. De esta forma se consigue que los sonidos vayan quedando solapados entre sí, tal como es característico en el arpa.

De esta obra he tenido acceso a dos ejemplares manuscritos, previos a su publicación. Pertenecen a los alumnos de Rosati: Cora Alicia Leivinson y Luis Horacio Almirón. En estas partituras Rosati deja anotado bajo el título el tipo de diseño de la obra: en forma de estudio. Indicación que desaparece en la versión impresa, aunque se mantiene en la publicidad de la obra como: Estudio para campanelas.

En el ejemplar de Luis tenemos un dato importante, la fecha de composición: Buenos Aires, mayo 1966. Pocos meses después, exactamente el 3 de agosto de 1966, la obra salió de la imprenta para ser distribuida por Antigua Casa Nuñez.

Rosati aprovechó la publicación de la obra para dedicársela a su amigo y guitarrista Cosme Caballero:

«Al querido amigo y colega Cosme Caballero, con sincero afecto»

Cosme fue autor de numerosos arreglos para guitarra de música popular argentina, publicados en numerosas editoriales.

De la versión impresa dispongo de una copia gracias al musicólogo Vincenzo Pocci, este ejemplar aporta una información interesante, está «matasellado» con el siguiente texto:

«Estudio guitarrístico, profesor Roberto Lara» 

Es la posible prueba de que este importante guitarrista utilizaba el estudio en su programa de enseñanza. 


Partitura: Arpa Guaraní


Interpretación de la obra por el guitarrista argentino Sergio DAgostino



Trémolo

Estudio elemental

El trémolo es una técnica típica de los instrumentos tocados con plectro (púa), como la mandolina o la bandurria. Hay otros, como el violín, que se sirven de este recurso, pero ya desde un punto de vista muy diferente.

Básicamente, consiste en la repetición rápida de una nota, normalmente en octavos de tiempo, de cara a conseguir la ilusión de un sonido prolongado y mantenido (con sus ventajas interpretativas). Estas notas prolongadas no son posibles de otra forma en los instrumentos de cuerda pulsada (con dedos o plectro) por la naturaleza de la envolvente generada.

En el caso de la guitarra, el trémolo tiene un tratamiento especial. El guitarrista lo produce con los dedos anular, medio e índice de la mano derecha, quedando libre el pulgar. Este será utilizado para desarrollar una segunda voz o armonía que acompañe a la melodía tocada en trémolo. El resultado es sorprendente y de gran belleza.

El estudio propuesto por Rosati es ideal para iniciarse en esta técnica. Después de una pequeña introducción, se desarrolla en trémolo una encantadora melodía llena de lirismo, carente de complicaciones innecesarias en la mano izquierda, lo que permite al estudiante concentrarse en la mano derecha (que es la que ejecuta el trémolo). 

La composición está dedicada al guitarrista Juan Carlos Soria:

«Al consagrado Maestro Don Juan Carlos Soria, afectuosamente» 


Agradezco la aportación de esta partitura al guitarrista y biólogo Gustavo Antonio Aponte. Este ejemplar fue impreso el 12 de julio de 1974 y distribuido por Antigua Casa Nuñez. 


Partitura: Trémolo

sábado, 19 de febrero de 2022

Obras de Oscar Rosati: Serie a la manera antigua


Actualización: 3 mayo 2022

Los estudiantes de guitarra suelen conocer al Rosati más amable (musicalmente hablando) gracias a sus inspirados y efectivos estudios de iniciación o sus encantadoras obras pensadas para el principiante. Estas, habitualmente, están inspiradas en el folklore americano y argentino o en la agradable música de salón. Paralelamente, hay otro Rosati: el compositor de exigentes obras de concierto, a veces alejadas de los nombrados géneros e inspiradas, en ocasiones, en estilos muy lejanos para un compositor del s. XX. 

Es indudable la gran pasión de Oscar Rosati por la música antigua. En el archivo Almirón encontramos numerosos manuscritos del maestro de transcripciones para guitarra (habitualmente de Andrés Segovia) de obras de Bach, Frescobaldi, Scarlatti, Gaspar Sanz, etc. Partituras que él pacientemente tenía que copiar a mano a falta de impresoras. Hay que pensar que estamos hablando de su época en Comodoro Rivadavia en los años 40/50. Estas páginas han perdurado gracias a que algunas de ellas fueron regalos dedicados a su amigo el guitarrista Sixto Almirón (1904-1961), partituras, muchas de ellas, llenas de divertidas bromas y complicidades. 

También me comentaba la eminente guitarrista María Concepción Patrón que en la época en que ella estudió con Rosati, años 60, mucho del repertorio que preparaban era precisamente de ese género: J. S. Bach, Vincenzo Galilei, John Dowland, etc. 

Si revisamos los programas de concierto de Rosati podemos comprobar que él dedicaba la primera parte de sus recitales, como antes era muy habitual, a la música antigua. En su repertorio podíamos encontrar Pasacalle (Robert de Visée), Inglesa, Gavota o Musette (Bach), Aria y Gavota (Scarlatti), Minuetos (Jean-Philippe Rameau), la 2ª Sonata para violín de Bach (transcrita para guitarra por el propio Rosati) y un título muy peculiar: Serie a la manera antigua (O. Rosati).

Serie a la manera antigua


Rosati durante años tuvo en mente escribir una suite siguiendo los diferentes movimientos (o piezas) que encontramos en las antiguas suites. Para esta afirmación me baso en uno de los manuscritos del archivo Almirón. En este ya encontramos una pretérita versión de la obra que inicia la Serie, se trata del Preludio, bajo su título Rosati escribe: «para una suite antigua».

Con el tiempo siguió componiendo las demás piezas de esta obra, ¡incluso demasiadas! En el archivo de José Smiroldo encontramos un manuscrito de la obra «teóricamente» acabada que Rosati ya titula como Serie a la manera antigua, firmado en Buenos Aires (1967). Esta versión consta nada menos que de diez piezas, una de ellas triple:

1 - Preludio 
2 - Tres aires trovadorescos 
3 - Bourrée 
4 - Siciliana 
5 - Danza rústica 
6 - Courante 
7 - Aria 
8 - Giga 
9 - Aire de Gavota 
10 - Danza final 


Rosati tomó la decisión de equilibrar la extensión de la Serie y la dividió en dos obras: 

1ª - Siciliana y Danza Rústica, publicada por Casa América (ejemplar del archivo Lucio Núñez). Como curiosidad comentaré que en la Segunda Cartilla de la Guitarra de Rosati, publicada en 1966, encontramos una versión más simple (no demasiado) de la Danza Rústica, es el estudio nº 30.

2ª - Y ya, definitivamente, la versión final de la Serie a la manera antigua (también archivo José Smiroldo). Esta versión ya la interpretaba Rosati, por lo menos, desde 1971. Consta de las siguientes piezas:

1 - Preludio 
2 - Bourrée 
3 - Aires trovadorescos (tres) 
4 - Courante 
5 - Aria 
6 - Danza 
7 - Aire de Gavota 
8 - Giga 

La Serie fue presentada en el IV Concurso Nacional de guitarra de Salta (1971) ganando el 1er Premio de composición. Posteriormente, en 1972, la obra fue publicada por la editorial Ricordi Americana. Podemos constatar que Rosati continuó tocando la Serie en sus recitales, por ejemplo, formó parte del programa de un concierto suyo organizado por el Circulo Argentino de Odontología (Eduardo Acevedo, 54, Buenos Aires), fechado el 23 de mayo de 1975.

El guitarrista, y amigo de Rosati, Daniel Küper, tiene un lindo recuerdo sobre un concierto en el que Oscar tocó esa obra:

Hará unos 50 años (narrado en febrero del 2022), fue en el Círculo Guitarrístico Argentino. ¡Ese día Oscar estaba muy nervioso!, antes actuó el guitarrista Roberto Aussel interpretando un par de obras y yo unos preludios de Bach.

Violeta Mara de Tomás, amiga de Rosati, también tiene un recuerdo de su infancia relacionado con esta obra, es un dato muy interesante:

Tengo el recuerdo de que, por lo menos, uno de los Aires trovadorescos tenía letra. Lo escuché cantado por Aracy (hija de Rosati) acompañada por Oscar a la guitarra.


¿Pero, qué es realmente la «Serie a la manera antigua»? 

Probablemente, en la época en que Rosati pensaba en estas obras como una futura «suite», tendría en mente organizar las danzas al estilo de las antiguas suites barrocas, de hecho, ya tenía varias de este tipo preparadas: Bourrée, Courante, Gavota, Giga… y un Preludio de entrada como era habitual en muchas suites. Después, fue incorporando otras piezas, como danzas más ancestrales u obras de temática bucólica, estas ya nada tenían que ver con el barroco y el término «suite» quedaba fuera de contexto. El término «Serie» quedó más apropiado para que pudieran convivir este conjunto de obras.

Todas las obras, hasta cierto punto, respetan los ritmos, aires y estructuras a las cuales representan. Digo «hasta cierto punto» ya que Rosati no para de incluir bromas, giros divertidos, transformaciones o armonías que delatan, intencionadamente, a su autor. Es como si Rosati se disfrazara de la época pero no puede evitar, o no quiere, dejar de ser él mismo.

Muchas de las obras explotan la belleza melódica y armónica. Ejemplos serían la Courante o el Aria. Otras son simplemente tan divertidas como lo era el mismo Rosati, a destacar la Giga. También vale la pena subrayar la pasión de Rosati por Bach, detectaremos claramente su presencia en muchas de las piezas, como por ejemplo el Preludio.

Tenemos la gran suerte de disponer de una grabación de la Giga, nada menos que interpretada por el eminente guitarrista, y amigo de Rosati, Roberto Lara (1927-1988). El archivo sonoro fue gentilmente cedido por el guitarrista Gustavo Antonio Aponte.


Partituras

Es importante comentar que Rosati fue definiendo las piezas de esta obra a lo largo del tiempo. Como suele ocurrir, existen diferencias entre los manuscritos y la versión publicada por Ricordi Americana. En ocasiones son pequeños detalles o, a veces, importantes transformaciones como es el caso de la Gavota (en otro artículo están las dos versiones). Las siguientes partituras pertenecen a la que podríamos denominar versión final, la presentada en el concurso de Salta.

(Clicar en cada título para la descarga)

5 - Aria
6 - Danza
8 - Giga

Epílogo

En artículos anteriores ya se habló de algunas obras del maestro inspiradas en la música antigua, incluso utilizando los recursos musicales de la época. Un caso serían sus numerosas gavotas:


O su simpática obra Mudanzas sobre "No te avives y devuélveme las vacas”