miércoles, 18 de noviembre de 2020

Cinco piezas Americanas de Oscar Rosati



En el año 1967 Rosati publicó en la editorial argentina «Randolph Editores» su obra «Cinco piezas
Americanas». En ella se propone un recorrido musical por el folclore de cinco países de los que geográficamente hablando pertenecerían a «América del Sur» (aunque uno de ellos es México). Las piezas son las siguientes:

  • Las tres Marías (Canción Mejicana) 
  • Limeña Flor (Vals Peruano) 
  • Remanso (Chôros) 
  • Polca para un Héroe (Polca Paraguaya) 
  • Zambita Morena (Zamba) 

Vale la pena destacar que dos de las obras de esta colección pertenecen a otros ciclos de obras que Rosati llevaba un tiempo desarrollando, son los casos de «Limeña Flor» (Vals Peruano nº 2) y «Remanso» (Chôros nº 6). La partitura dedicada a México, Canción Mejicana, ya circulaba entre los alumnos de Rosati antes de su publicación. La alumna Cora Alicia Leivinson, actualmente conocida musicoterapeuta, compartió conmigo un manuscrito de esa obra con algunas pequeñas diferencias respecto a la edición final.

Todas las piezas están dedicadas a diferentes personas, esto nos ayuda a conocer el círculo de amistades de Rosati, siguiendo el orden del índice estás son las dedicatorias:

«A la profesora Nelly Menotti», «a mis amigos Thelma y Raúl Horcada», «a los profesores Amalia del Carmen y Mario Borgnia», «al guitarrista Juan Aragon Luna» y «a la profesora Elba Rosado de Biancardi».

De todas las personas nombradas es fácil encontrar referencias de Nelly Menotti, Juan Aragon Luna o incluso de Elba Rosado de Biancardi gracias a sus actividades musicales. 

En 1979 el prestigioso guitarrista argentino, y amigo de Rosati, Roberto Lara (1927-1988) grabó una de las piezas de esta colección para incluirla en su LP «Música de América en la guitarra de Roberto Lara». La obra escogida fue «Polca para un héroe». En la contraportada del LP podemos leer el siguiente texto escrito por Roque de Pedro

– La Polca para un héroe de Oscar Rosati es una colorida manifestación del ritmo popular, que reúne la dosis de accesibilidad y pintoresquismo necesaria como para encandilar al auditorio, con interés y ameneidad. – 



Partituras:


«Polca para un Héroe» interpretada por Roberto Lara

Grabación proporcionada por el biólogo y guitarrista Gustavo Antonio Aponte



miércoles, 16 de septiembre de 2020

Oscar Rosati en Comodoro Rivadavia

Por Víctor Estrada Mañas

Actualización (20 enero 2021)

En los años 40 Oscar Rosati se trasladó de Buenos Aires a la ciudad de Comodoro Rivadavia. Allí trabajó como dibujante delineante en la planta petrolífera YPF y ejerció sus funciones militares como aviador en la aeronáutica. Estas tareas las compaginaba con sus actividades musicales.

En esta ciudad hizo una gran labor como profesor de guitarra y escribió numerosas obras pedagógicas. Algunas de ellas, las dedicadas a sus alumnos para el día de su cumpleaños, fueron recopiladas y publicadas posteriormente en los álbumes juvenil nº 1 y nº 2. En esa época ya utilizaba las primeras versiones de sus famosas cartillas: «Cartilla de la guitarra, primera parte» y «Cartilla de la guitarra, segunda parte» (1956), actualmente vigentes en la enseñanza de la guitarra en Argentina y otros países. Dadas las dificultades para conseguir partituras en esa población, las editoriales estaban en Buenos Aires, muchas de las obras eran distribuidas a sus alumnos mediante copias hechas con mimeógrafo.

Oscar era muy sociable y querido en la población, siempre era invitado para hacer conciertos y actuar en la radio local, la «LU4 Radio Comodoro Rivadavia», muy importante en esa época. También organizó un aeroclub en dicha ciudad.

En Comodoro conoció a su futura esposa Elisa Quartara, profesora rural que acompañada de su caballo se desplazaba para dar clases a zonas apartadas en la Patagonia. La pareja, con ayuda de un amigo piloto, se dio el capricho de comprometerse en pleno vuelo. El 19 de noviembre de 1952 nació la que seria la única hija del matrimonio: Aracy Cecilia Rosati Quartara. Rosati dedicó a su hijita una obra que tituló, como no podía ser de otra forma, «Aracy», galopa escrita el 5 de diciembre del 1952. Un mes antes, noviembre de 1952, dedicó otra de sus obras a su sobrino Modesto Enrique Solans, el gato titulado «El Donosito». Con este dato deducimos que Rosati o Elisa tenían, como mínimo, una hermana. Otras obras escritas en Comodoro fueron: «Llampa» (zamba), «estudio en forma de galopa» (1956) o todas las obras incluidas en los «álbumes juvenil nº 1 y nº 2» (1952 a 1954).

A finales de los años 50 Rosati tuvo un infarto y pidió el retiro como militar, se trasladó a un barrio de la aeronáutica en la localidad de El Palomar (Gran Buenos Aires).

Gracias a las dedicatorias de algunas obras sabemos los nombres de varios de los alumnos de Rosati en Comodoro, en la lista he detallado el título de la obra (presionando en él se accede a la partitura) y el nombre del alumno, en total son diez obras. De la zamba «Hani» existe una segunda guitarra complementaria que será publicada más adelante:

Pirucha, vals lento - Marta Gladys Olijnyk (5 julio 1952)
Kuky, canción habanera - Lucía Almirón (27 enero 1953)
Iris, vals - Iris Verdeal (18 marzo 1953)
Marta, vals - Marta Beatriz Rolé (26 agosto 1953)
Ada, vals lento - Ada Aragón (10 septiembre 1953)
Osvaldo, chamamé - Osvaldo Victor Alderete (14 septiembre 1953)
Florentino, gato - Florentino Delgado (20 septiembre 1953)
Hani, zamba - Juana Slik (12 noviembre 1953)
Mario, zamba - Mario César Pecelis (23 junio 1954)
Emilio, estilo - Emilio Ernesto Rius (19 noviembre 1954)

De esos alumnos tuve la gran suerte de contactar con Mario César Pecelis, él estudió con el maestro aproximadamente entre los años 1949 a 1958 (de los 8 a los 17 años). Alguno de los datos del artículo me los proporcionó él, entre sus recuerdos había uno de sorprendente, en su memoria tenía la imagen de Rosati vestido de militar por las calles de Comodoro, el misterio está resuelto.

Mollet del Vallés (Barcelona) 
16 septiembre 2020

viernes, 3 de julio de 2020

Cartilla de la guitarra, segunda parte (43 estudios)

Por Víctor Estrada Mañas



Oscar Rosati publicó tres volúmenes con los estudios que él mismo diseñó para la preparación de sus alumnos, los dos primeros libros, que ya publiqué hace un tiempo, estaban enfocados en las técnicas preliminares de guitarra:

En esta ocasión presento la segunda parte de la «cartilla de la guitarra», esta fue publicada en 1966 por la editorial argentina Antigua Casa Núñez. Los estudios de esta cartilla siguen la misma filosofía que los anteriores libros: estudios estratégicamente cortos, con gran contenido musical y un enfoque muy preciso y ordenado de la técnica o recurso que se va a trabajar en la guitarra. La calidad artística de cada estudio es tal que cualquiera de ellos hubiera servido para desarrollar una obra. Rosati, en esta segunda parte de la cartilla, continúa con su proceso de enseñanza y propone trabajar los siguientes recursos:


Ampliación de la tesitura de los estudios; arpegios de cuatro cuerdas en multitud de variantes; ligados descendentes y ascendentes y sus combinaciones; intervalos de tercera y sexta en diferentes contextos; la técnica de cejilla; acordes placados en diferentes contextos; numerosas variantes de ritmos de semicorcheas; melodías con el pulgar; diferentes tipos de digitación de la mano derecha para solucionar la ejecución de pasajes complejos; introducción a los armónicos naturales; dedo fijo sobre un traste en coordinación con los demás dedos en actividad; los equísonos y su aportación al timbre de la guitarra.


El estudio de otros recursos y técnicas como por ejemplo la «campanella» o el «trémolo» fueron tratados por Rosati en otras obras de forma independiente.


Aunque las dos «cartillas de la guitarra» se publicaron en los años 60, Rosati ya las utilizaba en sus clases hace muchos años. Algunos alumnos de esa época aún conservan las ediciones que hacía el mismo Rosati con un aparato para hacer copias llamado mimeógrafo. Por ejemplo, tengo documentada una versión de la «segunda cartilla» que se remonta al año 1956. Esta información se la debo a la musicoterapeuta Cora Alicia Leivinson.


Durante la edición de la «segunda cartilla» meditaba si Rosati llegó a escribir una continuación de estos estudios, veía lógico que así fuera ya que el conjunto de los tres libros publicados abarcan la fase inicial del estudio de la guitarra. La respuesta me la dio recientemente la guitarrista argentina María Concepción Patrón, alumna de Rosati. En su archivo personal encontró el ejemplar de un estudio que yo desconocía, este pertenece a una serie de estudios de gran complejidad y extensión. Estos no llegaron a publicarse y probablemente forman parte de los archivos privados de los alumnos más avanzados de Rosati. Esperemos que durante la investigación salgan a la luz.



Mollet del Vallés (Barcelona)

3 de julio del 2020



Partituras:

Cartilla de la guitarra, segunda parte

sábado, 30 de mayo de 2020

Estudios para los principiantes de guitarra de Oscar Rosati

En el verano de 1960 Oscar Rosati publicaba la primera parte de su conocida obra «Cartilla de la guitarra». Él ya tenía sus 47 años y una gran experiencia pedagógica, se notaba en la pulcritud, belleza y brillante diseño de los ejercicios de esa obra, de hecho, esos ejercicios ya llevaban tiempo en las manos de sus alumnos. Parecía una obra insuperable dada su efectividad y éxito hasta nuestros días, pero él mismo tuvo la oportunidad, 12 años después, de por lo menos refinarla y ampliarla gracias a otra de sus eficientes obras: «Estudios para los principiantes de guitarra».
En esta ocasión nos encontramos con unos concienzudos ejercicios de igual belleza que los de la «cartilla» pero mucho más progresivos y pedagógicamente perfectos, gracias a que respeta escrupulosamente la evolución natural de la técnica y conocimientos musicales de los alumnos:

  • La introducción a los primeros recursos y técnicas guitarrísticas están dirigidas de forma magistral, cosa que adolece, por ejemplo, el también conocido libro «Las primeras lecciones de guitarra» de Julio Sagreras.
  • Posteriormente no hay ningún tipo de salto técnico exagerado como ocurre, también, en el libro de Sagreras.
  • Musicalmente es muy respetuoso con lo que se entiende por «buen gusto musical», totalmente alejado de la «ñoñez» de muchos libros de inicio que tratan al alumno casi como un infante intelectual, sea de la edad que sea.
  • Igualmente, tanto la duración de los estudios como la demanda de conocimientos de solfeo están exquisitamente programadas.

Tanto la «Cartilla de la guitarra» como los «Estudios para los principiantes de guitarra» pueden fusionarse con facilidad, creándose así un corpus de 75 estudios que servirán de feliz inicio, en palabras de Oscar Rosati, «a los que se asoman al maravilloso mundo de la guitarra».


Mollet del Vallés (Barcelona) 30 de mayo del 2020
Víctor Estrada Mañas


Partituras:

lunes, 2 de marzo de 2020

Valses Peruanos de Oscar Rosati


Última actualización: 10 de febrero del 2023

Una de las fuentes de inspiración habituales de Rosati era el folclore de su país, Argentina. No se limitó a su tierra natal, también podemos encontrar numerosas obras suyas basadas en estilos típicos de otros países como Brasil, México, Paraguay, o las composiciones que trataremos en este caso, de Perú.

En este país encontramos un género musical muy querido llamado «vals peruano», hasta donde he podido descubrir Rosati escribió cuatro de estos valses.

Este estilo musical está perfectamente documentado en la obra «El libro de oro del vals peruano» escrito por Raúl Serrano Castrillón y Eleazar Valverde Chale (1932-2016). En este trabajo encontramos una extensa selección de obras de los compositores más representativos de este género, además de los textos de sus letras y las partituras, que fueron transcritas por el músico argentino Domingo Rullo (1920-2001).

Estos valses, por lo general, son cantados pero podemos encontrar numerosos ejemplos sin voz, así los concibió Oscar Rosati. La estructura de estos temas está basada en la repetición de las habituales secciones A y B, antecedidas, en ocasiones, por una sección introductoria y, también ocasionalmente, finalizadas con una coda.



Los cuatro valses peruanos de Oscar Rosati


Vals peruano nº 1
Esta obra no llegó a publicarse, por lo que tuve que recurrir a un ejemplar archivado en el fondo documental de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), a los cuales les estoy muy agradecido por su colaboración.

El ejemplar que me cedieron se compone de dos hojas manuscritas que se podría afirmar que era la primera vez que Rosati pasaba a papel esta obra. La razón de esta deducción es que el manuscrito está lleno de correcciones, tachaduras, cambios de opinión sobre el arreglo y alguna errata. Aun así he podido pasar a limpio esta obra sin problemas gracias a la cantidad de información que ofrece Rosati con la digitación. Lo más difícil fue descifrar la fecha de composición. El manuscrito está firmado en Buenos Aires, el nombre del mes no se puede entender y el año, 1960, se intuye más que se lee.

Esta obra está dedicada al guitarrista peruano Andrés Gaviño, gran amigo de Rosati y de la guitarrista Ofelia Delfino de Reyes, de la cual trataré en otro artículo. De Gaviño encontré una referencia en el libro «Teatro del Pueblo: Una utopía concretada» de Osvaldo Pellettieri, se trata de su participación como guitarrista en la obra de teatro ¡Sálvese quien pueda! de Leónidas Barletta, el 15 de mayo de 1975 en la sala «Teatro del Pueblo» de Buenos Aires.




Vals peruano nº 2 (Limeña Flor)
Este vals fue publicado en 1967 por la editorial de Buenos Aires Randolph Editores, forma parte de una obra más extensa titulada «Cinco Piezas Americanas». Obviamente Rosati escribió este vals antes de 1967 pero no tengo más datos al respecto, una fecha posible sería 1964 teniendo en cuenta el momento en que escribió otra de las piezas de ese ciclo de la cual sí tengo la fecha.

Aunque dispongo de una versión manuscrita de esta obra, carente de digitaciones, mi edición se basa principalmente en la de Randolph Editores. Esta me fue amablemente cedida por la Biblioteca del Conservatorio de Música de Bahía Blanca a los cuales les estoy muy agradecido.


Este es el único de los cuatro valses al cual Rosati le puso título «Limeña Flor» y fue dedicado a sus amigos Raúl Ricardo Horcada (1925-1981) y, a la que en ese momento era su mujer, Thelma Edith Colombo (1927-2013).


Partitura: Vals peruano Nº 2


Vals peruano nº 3
En esta ocasión mi edición se basa en un manuscrito de Rosati extremadamente pulcro y ampliamente digitado como era habitual en él. Este vals no llegó a publicarse y en esta ocasión mis agradecimientos son hacia la talentosa guitarrista, palabras de Rosati, María Concepción Patrón. María fue alumna de Rosati y en sus recitales interpretaba numerosas obras de él, algunas de estas escritas ex profeso para ella.

Esta obra fue escrita en 1963 y fue dedicada al concertista y profesor de guitarra Juan Bautista Fasola.


Partitura: Vals peruano Nº 3


Vals peruano nº 4
De los cuatro valses este es el más popular y querido por los estudiantes de guitarra dada su belleza y fácil ejecución. Fue publicado por Antigua Casa Núñez en 1964 y en esta versión se basa mi edición, aunque es el vals más fácil de localizar, y tengo numerosos ejemplares, mi primer contacto con él se lo debo al musicólogo Vincenzo Pocci.

En este caso nos encontramos con una peculiaridad: Rosati escribió para este vals una segunda guitarra y, como descubrí posteriormente, una tercera guitarra.

Este tipo de arreglo era muy habitual en él y siempre lo hacía dentro de un contexto pedagógico. La razón, fácil de suponer, era para que los alumnos pudieran tocar estas obras para guitarra sola junto a su profesor o compañeros evitando tocar al unísono.

Aunque el resultado son unas guitarras que se complementan a la perfección realmente este tipo de arreglos no pueden definirse como dúos o tríos de guitarra, el lenguaje y tratamiento utilizado es muy diferente a este tipo de composiciones. Hay que percibirlo más bien como un refuerzo o ampliación de la obra original.

Las segundas guitarras sí que fueron publicadas por Antigua Casa Núñez y me las proporcionó la profesora Gimena Borghetti. Al cabo de un tiempo me llevé una agradable sorpresa, una alumna de Rosati, la actual musicoterapeuta Cora Alicia Leivinson, me proporcionó las copias de unos manuscritos de Rosati del vals nº 4 que iban acompañados de una segunda guitarra, diferente a la publicada por Antigua Casa Núñez, e incluso una tercera guitarra. Estas partes son totalmente inéditas y serán publicadas más adelante.

Rosati como norma siempre dedicaba sus obras a alumnos, colegas o amigos, en esta ocasión, curiosamente, la obra no fue dedicada a nadie en especial.


Partitura: Vals peruano Nº 4


Mollet del Vallés (Barcelona)
2 de marzo del 2020

Víctor Estrada Mañas