La partitura
La obra
En el año 2021, gracias a la musicóloga argentina Angélica Adorni, descubrí la que seguramente fue la primera grabación de «Aracy», la interpretación se la debemos al músico argentino Ramón Ayala (1926-2023). La encontramos en su producción “El hombre que canta al hombre” (1964), él la titula como «Aracy (Madre del tiempo)». Angélica, profesora y licenciada en artes, publicó un importante trabajo dedicado a esta grabación. Respecto a la relación de Ayala con Rosati me comentaba lo siguiente:
Cecilia Aracy Rosati Quartara (1952-2016)
Comodoro Rivadavia - años 40 y 50
En los años 40 Oscar Rosati se trasladó a la ciudad de Comodoro Rivadavia desde su Buenos Aires natal por razones laborales. En esa época conoció a la que sería su esposa, Elisa Quartara, encantadora mujer de ascendencia galesa y originaria de la población de Gaiman (provincia del Chubut). Una pista de en qué año se conocieron son un grupo de obras firmadas por Rosati en Chubut, correspondientes a los años 1944 y 1945. Fruto de ese matrimonio nació Aracy el 19 de noviembre 1952.
El primer recuerdo aportado sobre Aracy se lo debemos a Luis Horacio Almirón:
—El Maestro me llamaba Tate, es mi apodo familiar, me conoció cuando nací (1945) o en mis primeros años de vida, creo que era soltero por ese entonces. Se casó con Elisa, en el 52 nació Aracy y Rosalía, mi madre, me llevó a conocer a la bebé.—
Mario César Pecelis (1941) recuerda con cariño la época en la que estudiaba con Oscar en Comodoro Rivadavia (de los 8 hasta los 17 años), también se acuerda de Aracy. La última vez que la vio él tenía 18 años, justo cuando se fue a estudiar medicina a Ciudad de La Plata. Aracy, según mis cálculos, tendría unos 8 años:
—Fue un excelente guitarrista (Oscar Rosati), muy querido por la población, siempre era invitado para los conciertos, la radio local (muy importante en aquella época), etc. Tuvo alumnos muy destacados. El tema más aplaudido de él era “Aracy”, una galopa dedicada a su hija cuando nació.—
Su aprecio por Rosati y la obra «Aracy» dura hasta la actualidad, en 2018 comentaba lo siguiente:
—En Tandil hace 16 años que se celebra en octubre “La Noche de Las Guitarras”, no he faltado a ningún evento y siempre lo hago presente (a Oscar Rosati) a través de sus composiciones “Mario” (dedicada a Mario César Pecelis, N. del E.), “A mi Madre”, “El Donosito”, “Aracy”…—
Ciudad Jardín - finales de los años 50 y años 60 y 70
A finales de los años 50 (1958/59) la familia Rosati se trasladó a Ciudad Jardín Lomas del Palomar (Gran Buenos Aires), localidad en la que Oscar continuó dando clases de guitarra. Una de sus alumnas en El Palomar era la antes citada Cora Alicia Leivinson, estudió con Oscar de los 13 a los 18 años, actualmente es una eminente musicoterapeuta. Aracy y Cora coincidieron en una asociación barrial cultural llamada «Teatro Carpa El Palomar» con la que hicieron varias salidas. Cora, en el año 1969, ingresó en la Universidad de Buenos Aires para estudiar Ciencias de la Educación, por lo que la distancia geográfica y el cambio de actividades fueron motivo de alejamiento de ese grupo.
De aquella época también he tenido el placer de conocer otras alumnas de Rosati y amigas de Aracy, como es el caso de Cristina Ghione. Ella empezó las clases con el maestro a partir de 1963, cuando tenía 11 años, hasta 1970. Entre las muchas experiencias que me relató, y que iré compartiendo, resalto algunas frases en las que menciona a Aracy:
—Desde que conocí a Oscar supe que era Mi Maestro de guitarra. Conocí a su hija que era de mi misma edad, Aracy, y nos hicimos muy amigas. Yo nací el 14 de noviembre y ella el 19 de 1952, ambas de Escorpio, ambas hijas únicas. Oscar se encariñó conmigo y yo con su familia—
Otras amigas de Aracy y, nuevamente, alumnas de Rosati fueron Juana Graciela Chama y su hermanita, cinco años menor, Betty Chama. Graciela, de la misma edad que Aracy (también nacieron en el mismo mes), fue una de las mejores alumnas de Oscar.
Graciela recuerda lo dulce que era Aracy, pero también lo dormilona que era por las mañanas. Aracy no había heredado el placer de tocar la guitarra, pero Graciela la animó, junto a Cristina Ghione, a que entrara en el coro de la mencionada asociación «Teatro Carpa El Palomar», dirigido por el admirado maestro Edgar Ruffo. Aracy, también comenta Graciela, estudió en el colegio alemán del Palomar (escuela privada de gran calidad) y tenía presente estudiar psicología. Perdieron el contacto en 1976, cuando Graciela marchó de una, en aquella época, convulsa Argentina.
Betty Chama, aunque una niña en esa época, tiene muchísimos recuerdos de gran interés, por lo que en próximos artículos los iremos narrando. Por ejemplo, la razón por la que el matrimonio Rosati llamaron a su hija Cecilia Aracy:
—Supe que la mejor amiga de Elisa se llamaba Aracy, ambas se prometieron que si tenían una hija le pondrían el nombre de la otra. Aracy significa Guayaba en Guaraní*. La guayaba es una fruta agridulce muy sabrosa. Cecilia porque nació un 19 de noviembre, muy cerca de la fecha de la Santa Patrona de la música.—
*Recordemos también el significado expuesto por Almirón al principio del artículo (N. del E.)
O cómo entraron en contacto las dos familias:
—La familia (Rosati) se mudó desde la ciudad sureña de Comodoro Rivadavia a Ciudad Jardín El Palomar, donde nací y nuestras familias se conocieron a partir de la amistad de mi hermana mayor (Graciela) con Aracy.—
Betty también nos explica una anécdota muy simpática con Aracy de protagonista:
—Aracy cada vez que veía margaritas en los jardines decía: ¡¡¡Cómo me gustan las margaritas!!!Llegado su cumpleaños, mi familia le regaló un enorme ramo de hermosas y frescas margaritas con grandes botones amarillos y pétalos tiernos de blanco inmaculado. Cuando lo vio lo abrazó como a un bebé y cuando creímos que había ido a buscar un florero, volvió con una ensaladera, despetaló a todo el ramo, condimentó los pétalos y comenzó a comerlos. Quiso que los probáramos y pese a que estábamos todos con la boca abierta, fui la única audaz viendo la cara de Aracy como si saboreara un chocolate. Era delicioso, entre agreste, delicado y dulzón.—
También recuerdos de la adolescencia:
—A Ara (Aracy) le decían Twiggy* porque se parecía a la modelo, en especial por los labios con “voladitos”. Ellas iban juntas (Aracy y Graciela) a comprar los bikinis para el verano, elegían el mismo modelo y color, luego intercambiaban las piezas porque Ara era de busto pequeño y caderas grandes y Graciela a la inversa, así complementaban las diferencias de medidas.—
*Se refieren a la supermodelo londinense Leslie Lawson (N. del E.)
La siguiente foto pertenece al archivo de Cora Alicia Leivinson, fue tomada en 1968 en el Teatro Carpa El Palomar. La tres chicas apoyadas en la pared son (de derecha a izquierda): Graciela Chama, Aracy Rosati y Cora Alicia Leivinson. También podemos ver a otros miembros y asistentes del teatro.
Santa Clara del Mar (1ª parte) - más de los años 60 y 70
En los años 60 Oscar construyó una casa de veraneo en Santa Clara del Mar, él la bautizó como «El Langostino Melancólico». En esa época Santa Clara era una zona agreste, nada que ver con la actualidad. En «El Langostino Melancólico» se hacían muchas reuniones, recordadas muy gratamente por todos sus asistentes, en especial por los que entonces eran niños o adolescentes. De esas visitas a la familia Rosati hay muchísimas anécdotas, de momento utilizaremos esa ubicación como parte de la trayectoria de Aracy.
Para empezar, la mayoría de los alumnos nombrados anteriormente eran asiduos visitantes de esa residencia. Por ejemplo, Juana Graciela Chama:
—Pasé un verano memorable en casa de ellos cuando yo tenía 15 o 16 años, me recibieron como una de familia, los recuerdo con amor. ¡El sentido del humor de Oscar era memorable!—
Alguna de las vivencias y recuerdos de Cristina Ghione en esa localidad:
—En 1968 fallece mi padre. Oscar le propuso a mi mamá llevarme con ellos a un lugar de la costa llamado Santa Clara del Mar, a pasar los meses de verano. Diciembre, enero y febrero. Desde 1968 hasta 1972, todas las vacaciones las pasé en Santa Clara.—
Seguidamente, un recuerdo de Cristina junto a Aracy en Santa Clara:
—Tenía un gran sentido del humor (Oscar Rosati). Muchas noches después de cenar desaparecía y volvía transformado en una bruja o en un fantasma. Apagaba las luces y con una sábana y una linterna nos asustaba a Aracy y a mí. Contaba historias de terror, que se inventaba, para prologar los disfraces que armaba.—
Otro excentricismo de nuestro querido maestro narrado por Cristina:
—Un día nos quedamos solas (Aracy y Cristina) con él porque Elisa había viajado a Buenos Aires. A la mañana desayunamos y nos fuimos a la playa. Oscar siempre estaba componiendo o tocando la guitarra, rara vez salía de la casa. Llegó la hora de la cena. Comimos y ofrecimos lavar los platos. Se negó. Se vistió con un delantal, un pañuelo en la cabeza y comenzó a cantar a voz en cuello: —la mujer que al amor no se asoma, no merece llamarse mujer*—, mientras revoleaba los platos por la ventana hacia el jardín, que se iban rompiendo uno a uno. Cuando Elisa regresó al otro día nos preguntó por los platos que faltaban. Oscar contestó: —No tenemos la menor idea. ¿No es verdad?— dijo mirándonos a los ojos. Elisa supo que había sido él.—
*Una Mujer, canción interpretada por el cantante Gregório Barrios (1911-1978). Originario de Bilbao (España), emigró con su familia a Argentina en 1921 (N. del E.)
Una de las amistades de Oscar Rosati y Cristina Ghione en Santa Clara era Juancho Orensanz. Juancho es un importante documentalista fotográfico de esa localidad, lleva años compartiendo su archivo, toda una enciclopedia del origen y evolución de Santa Clara. Hay que tener presente que Santa Clara del Mar fue fundada en 1949 por miembros de su familia, los hermanos Antonio y José María Orensanz.
Juancho me ha compartido verdaderas joyas fotográficas en las que vemos a Rosati en las comentadas reuniones, siempre actuando ante la cámara con sus bromas y excentricidades. Juancho, precisamente en una de esas reuniones, conoció a la antes mencionada Graciela Chama, naciendo entre ellos una más que bonita amistad. Él tenía unos 14 o 15 años.
Del inmenso archivo de Juancho presentamos esta fotografía, en la que vemos a Aracy (la tercera chica empezando por la izquierda) junto a otras de sus amistades de Santa Clara.
Capital Federal (Buenos Aires) - más de los años 70
La Plata - años 80
Santa Clara del Mar (2ª parte) Bariloche y La Plata - años 80 hasta el 2016
Seguimos en los años 80, el documentalista Juancho Orensanz sigue viviendo en Santa Clara del Mar, lleva años sin saber nada de Oscar Rosati (no estaba informado de su fallecimiento).
A mediados de los 80 (85 o 86) tiene un reencuentro con Aracy, la ve muy cambiada. Ella ha decidido tener una nueva vida, enfocada en la religión y a un nuevo círculo de amistades, afines a esa nueva trayectoria. También le presenta a su marido, un muchacho carpintero del mismo culto.
En esa época Aracy y su marido tendrán una vida recluida: no reciben visitas, no se les ve por el pueblo ni por las tiendas… También modifican la casa, hasta el punto de dejarla irreconocible respecto a la época antes descrita, la de las entrañables reuniones en el «El Langostino Melancólico».
Quien sí tuvo contacto en esa época con el matrimonio fue Violeta Mara De Tomás, cree recordar que eran devotos de «La Medalla Milagrosa». También recuerda gratamente las conversaciones con Aracy y su ilusión de concebir una hija, y la sorpresa de verla al año siguiente con una niña entre los brazos. Antes de la adopción, el matrimonio estuvo viviendo en la ciudad de Bariloche (provincia de Río Negro, Argentina).
Juancho recuerda que el matrimonio y la hija estuvieron en Santa Clara aproximadamente hasta el año 2007/2008, sin poder volver a tratar con ellos. Suponemos que a partir de esas fechas centralizaron su vida en la vivienda de La Plata.
Aracy también visitaba periódicamente la histórica tienda «Antigua Casa Nuñez» (Buenos Aires), distribuidores de la «Cartilla de la guitarra» y otras partituras de Oscar Rosati. Esas visitas eran para el cobro de los derechos que había heredado del patrimonio musical de su padre. Al respecto, Luis Almirón me daba una triste noticia el pasado mes de abril: el cierre de la Antigua Casa Nuñez (1870-2024).
El 14 de abril del 2016 se despedía Aracy de nosotros. El 21 de agosto, sin saber de su fallecimiento, intenté contactar con ella por teléfono, me respondió su marido dándome la mala noticia. Casualmente, ese mismo mes de agosto ya había inaugurado la página que recopila la vida y obra de Oscar Rosati, por lo que decidí dedicar el trabajo a Cecilia Aracy Rosati Quartara como homenaje.
Agradecimientos
María Concepción Patrón
Gustavo Antonio Aponte
Vincenzo Pocci
Angélica Adorni
Mario César Pecelis
Juancho Orensanz
Cora Alicia Leivinson
Graciela Chama
Betty Chama
Cristina Ghione
Violeta Mara De Tomás
Marido e hija de Aracy