lunes, 14 de octubre de 2024

Rosati: Aracy


En el año 2016 decidí seriamente investigar la vida y obra de Oscar Rosati. Una de las primeras personas con las que traté, relacionadas con el maestro, fue Cora Alicia Leivinson, alumna suya en los años 60. Ella fue quien me habló por primera vez de Aracy, única hija de Rosati. Incluso le puso cara, me mostró una foto en la que salían juntas, ya que llegaron a conocerse de adolescentes. A partir de ese preciso instante mi objetivo prioritario era contactar con Aracy, así podría documentarme de primera mano sobre la biografía de su padre. Gracias a una base de datos conseguí enseguida el número de teléfono de su domicilio.


El 21 de agosto del 2016 me dirigí a un locutorio, ya que era una conferencia España-Argentina, para comunicarme con Aracy. Llamé, me atendió un señor y le pedí por ella, después de unos segundos de silencio me contestó:


—Eso va a ser imposible, hace escasos meses que ha fallecido (el 14 de abril, N. del E.).—

Estaba hablando con el marido de Aracy.

Remontémonos a más de 63 años atrás, cuando el maestro Rosati tenía 39 años, al 19 de noviembre de 1952. Ese día nacía su hija Cecilia Aracy. En esa época la familia Rosati vivía y trabajaba en Comodoro Rivadavia, Oscar como delineante en la planta petrolífera YPF y Elisa Quartara, su esposa, como profesora rural.

Oscar quiso celebrar el nacimiento de su hijita dedicándole una obra. El 5 de diciembre de ese mismo año ya la tenía escrita, era la galopa «Aracy».


 

La partitura

Tuve acceso a la partitura por primera vez gracias al musicólogo italiano Vincenzo Pocci, en su impresionante biblioteca disponía de un ejemplar de la edición publicada por Rosati en el verano de 1954. Posteriormente, a principios del 2021, tuve el honor de consultar el manuscrito de «Aracy» gracias a Luis Horacio Almirón, alumno de Oscar. Luis también disponía en su archivo de un ejemplar de la partitura publicada en 1954, pero con anotaciones del maestro. Todos estos documentos han sido la base de la nueva edición.

Portada del manuscrito (archivo Luis Horacio Almirón)
La versión manuscrita y la publicada difieren muchísimo, hay que pensar que se llevan casi dos años de diferencia y, según pude observar (y me comentaba Almirón), el manuscrito es una versión primigenia de «Aracy». Aunque la estructura de la composición es casi idéntica, Rosati fue tomando muchas decisiones de cara a la edición final de la obra. Por ejemplo: cambió la forma de representar rítmicamente la música sobre el papel, también rearmonizó o cambió la extensión de alguna de las secciones.

La versión publicada en 1954 ha sido la base principal de la nueva edición, ya que es una partitura claramente más consistente y con las ideas y armonizaciones bien definidas. De todas formas, el manuscrito ha sido muy útil de cara a resolver algunas digitaciones que estaban ausentes en la versión impresa. La otra aportación de Almirón, la partitura con anotaciones de Rosati, también ha sido muy útil. Gracias a esos apuntes se ha podido incluir en la nueva edición alguna alternativa a algunos compases. Eran variantes que el maestro sugirió a su alumno Luis Horacio durante las clases.

Cuando Rosati decidió publicar «Aracy» recurrió a la autoedición, hizo el encargo a los talleres gráficos de la editorial Julio Korn S. R. L., sitos en Moreno 2034 de Buenos Aires (Argentina). La partitura fue impresa el 3 de agosto de 1954. Tanto el diseño de la portada como su bonita tipografía son iguales en la publicación y el manuscrito. Podemos presuponer que son creación de Rosati, ya que estaba perfectamente capacitado al ser delineante profesional. Las dos versiones también tienen la misma dedicatoria:



A mi hijita CECILIA ARACY

Otro de los alumnos de Rosati con el que tuve el placer de tratar fue Mario César Pecelis. Al igual que Almirón, recibió clases en Comodoro Rivadavia y también tenía en su archivo un ejemplar de «Aracy». El maestro se lo firmó con la siguiente dedicatoria:

A mi distinguido discípulo Mario César Pecelis, cariñosamente.
Rosati
Comodoro Rivadavia, 24-IX-58


Descargar partitura: Aracy


La obra

El estilo musical utilizado por Rosati para construir «Aracy» es la galopa. Preguntando a la eminente guitarrista María Concepción Patrón sobre esta obra y su género me comentó lo siguiente:

—La Galopa es un género de nuestro litoral, es muy rítmica, a mí me recuerda el fluir del río (nuestras provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones están abrazadas por dos grandes ríos, el Paraná y el Uruguay). Los grupos de cuatrillos en la galopa se tocan como precipitados para volver al ritmo. «Aracy» es una de las obras más bellas de Rosati, es una de sus composiciones que toco.—

La obra empieza con una imponente introducción, un Lento Maestoso, para pasar seguidamente a la galopa, con un movimiento Vivo. Es una partitura muy vistosa en muchos aspectos, por lo que podríamos definirla como una pieza de lucimiento técnico en el escenario.

En el año 2021, gracias a la musicóloga argentina Angélica Adorni, descubrí la que seguramente fue la primera grabación de «Aracy», la interpretación se la debemos al músico argentino Ramón Ayala (1926-2023). La encontramos en su producción “El hombre que canta al hombre” (1964), él la titula como «Aracy (Madre del tiempo)». Angélica, profesora y licenciada en artes, publicó un importante trabajo dedicado a esta grabación. Respecto a la relación de Ayala con Rosati me comentaba lo siguiente:

—Creo recordar que Ramón Ayala en una entrevista, al conversar sobre el contenido del disco, me mencionó una amistad con Rosati, quien admiraba la música litoraleña y lo alojaba en su casa durante sus giras por el sur del país.—

Luis Horacio Almirón también me comentaba el gusto de Oscar por la música litoraleña, como es el caso de la galopa:

—A su hija, Elisa y Oscar, la bautizaron con el nombre Aracy, que en guaraní significa: “Madre del día, aurora”, la obra que lleva su nombre es una galopa, le gustaba (a Rosati) la música de esa región.—

Hay que remarcar que Ayala es un importante músico folclorista, no un intérprete de guitarra clásica. Por lo que su interpretación tiene una serie de licencias tímbricas, estructurales y expresivas propias de su ámbito musical, muy alejadas del sonido «académico» de Rosati. Recordemos que la obra «Aracy» no deja de ser una composición de inspiración folclórica, por lo que es lícito que Ayala quisiera encaminar su interpretación a las raíces del folclore litoraleño. De momento, desconocemos si este arreglo e interpretación estaban en conocimiento y aprobación de Rosati.

La grabación que seguidamente podemos escuchar pertenece al archivo personal de Gustavo Antonio Aponte. También podemos escuchar el vinilo completo “El hombre que canta al hombre”  en la página «Voces de la Patria Grande».




Cecilia Aracy Rosati Quartara (1952-2016)

La vida de Oscar Rosati y su familia fue desarrollándose a lo largo de diferentes localizaciones. Haremos un recorrido cronológico de Aracy basado en los recuerdos de las personas que compartieron momentos y lugares con ella. Al ser recuerdos, no dejan de ser datos subjetivos y con cierto margen de error.


Comodoro Rivadavia - años 40 y 50

En los años 40 Oscar Rosati se trasladó a la ciudad de Comodoro Rivadavia desde su Buenos Aires natal por razones laborales. En esa época conoció a la que sería su esposa, Elisa Quartara, encantadora mujer de ascendencia galesa y originaria de la población de Gaiman (provincia del Chubut). Una pista de en qué año se conocieron son un grupo de obras firmadas por Rosati en Chubut, correspondientes a los años 1944 y 1945. Fruto de ese matrimonio nació Aracy el 19 de noviembre 1952.

El primer recuerdo aportado sobre Aracy se lo debemos a Luis Horacio Almirón:

—El Maestro me llamaba Tate, es mi apodo familiar, me conoció cuando nací (1945) o en mis primeros años de vida, creo que era soltero por ese entonces. Se casó con Elisa, en el 52 nació Aracy y Rosalía, mi madre, me llevó a conocer a la bebé.—

Mario César Pecelis (1941) recuerda con cariño la época en la que estudiaba con Oscar en Comodoro Rivadavia (de los 8 hasta los 17 años), también se acuerda de Aracy. La última vez que la vio él tenía 18 años, justo cuando se fue a estudiar medicina a Ciudad de La Plata. Aracy, según mis cálculos, tendría unos 8 años:

—Fue un excelente guitarrista (Oscar Rosati), muy querido por la población, siempre era invitado para los conciertos, la radio local (muy importante en aquella época), etc. Tuvo alumnos muy destacados. El tema más aplaudido de él era “Aracy”, una galopa dedicada a su hija cuando nació.—

Su aprecio por Rosati y la obra «Aracy» dura hasta la actualidad, en 2018 comentaba lo siguiente:

En Tandil hace 16 años que se celebra en octubre “La Noche de Las Guitarras”, no he faltado a ningún evento y siempre lo hago presente (a Oscar Rosati) a través de sus composiciones “Mario” (dedicada a Mario César Pecelis, N. del E.), “A mi Madre”, “El Donosito”, “Aracy”…—

Ciudad Jardín - finales de los años 50 y años 60 y 70

A finales de los años 50 (1958/59) la familia Rosati se trasladó a Ciudad Jardín Lomas del Palomar (Gran Buenos Aires), localidad en la que Oscar continuó dando clases de guitarra. Una de sus alumnas en El Palomar era la antes citada Cora Alicia Leivinson, estudió con Oscar de los 13 a los 18 años, actualmente es una eminente musicoterapeuta. Aracy y Cora coincidieron en una asociación barrial cultural llamada «Teatro Carpa El Palomar» con la que hicieron varias salidas. Cora, en el año 1969, ingresó en la Universidad de Buenos Aires para estudiar Ciencias de la Educación, por lo que la distancia geográfica y el cambio de actividades fueron motivo de alejamiento de ese grupo.

De aquella época también he tenido el placer de conocer otras alumnas de Rosati y amigas de Aracy, como es el caso de Cristina Ghione. Ella empezó las clases con el maestro a partir de 1963, cuando tenía 11 años, hasta 1970. Entre las muchas experiencias que me relató, y que iré compartiendo, resalto algunas frases en las que menciona a Aracy:

—Desde que conocí a Oscar supe que era Mi Maestro de guitarra. Conocí a su hija que era de mi misma edad, Aracy, y nos hicimos muy amigas. Yo nací el 14 de noviembre y ella el 19 de 1952, ambas de Escorpio, ambas hijas únicas. Oscar se encariñó conmigo y yo con su familia—

Otras amigas de Aracy y, nuevamente, alumnas de Rosati fueron Juana Graciela Chama y su hermanita, cinco años menor, Betty Chama. Graciela, de la misma edad que Aracy (también nacieron en el mismo mes), fue una de las mejores alumnas de Oscar. 

Graciela recuerda lo dulce que era Aracy, pero también lo dormilona que era por las mañanas. Aracy no había heredado el placer de tocar la guitarra, pero Graciela la animó, junto a Cristina Ghione, a que entrara en el coro de la mencionada asociación «Teatro Carpa El Palomar», dirigido por el admirado maestro Edgar Ruffo. Aracy, también comenta Graciela, estudió en el colegio alemán del Palomar (escuela privada de gran calidad) y tenía presente estudiar psicología. Perdieron el contacto en 1976, cuando Graciela marchó de una, en aquella época, convulsa Argentina.

Betty Chama, aunque una niña en esa época, tiene muchísimos recuerdos de gran interés, por lo que en próximos artículos los iremos narrando. Por ejemplo, la razón por la que el matrimonio Rosati llamaron a su hija Cecilia Aracy:

—Supe que la mejor amiga de Elisa se llamaba Aracy, ambas se prometieron que si tenían una hija le pondrían el nombre de la otra. Aracy significa Guayaba en Guaraní*. La guayaba es una fruta agridulce muy sabrosa. Cecilia porque nació un 19 de noviembre, muy cerca de la fecha de la Santa Patrona de la música.—

*Recordemos también el significado expuesto por Almirón al principio del artículo (N. del E.)

O cómo entraron en contacto las dos familias:

—La familia (Rosati) se mudó desde la ciudad sureña de Comodoro Rivadavia a Ciudad Jardín El Palomar, donde nací y nuestras familias se conocieron a partir de la amistad de mi hermana mayor (Graciela) con Aracy.—

Betty también nos explica una anécdota muy simpática con Aracy de protagonista:

—Aracy cada vez que veía margaritas en los jardines decía: ¡¡¡Cómo me gustan las margaritas!!!
Llegado su cumpleaños, mi familia le regaló un enorme ramo de hermosas y frescas margaritas con grandes botones amarillos y pétalos tiernos de blanco inmaculado. Cuando lo vio lo abrazó como a un bebé y cuando creímos que había ido a buscar un florero, volvió con una ensaladera, despetaló a todo el ramo, condimentó los pétalos y comenzó a comerlos. Quiso que los probáramos y pese a que estábamos todos con la boca abierta, fui la única audaz viendo la cara de Aracy como si saboreara un chocolate. Era delicioso, entre agreste, delicado y dulzón.—

También recuerdos de la adolescencia:

—A Ara (Aracy) le decían Twiggy* porque se parecía a la modelo, en especial por los labios con “voladitos”. Ellas iban juntas (Aracy y Graciela) a comprar los bikinis para el verano, elegían el mismo modelo y color, luego intercambiaban las piezas porque Ara era de busto pequeño y caderas grandes y Graciela a la inversa, así complementaban las diferencias de medidas.—

*Se refieren a la supermodelo londinense Leslie Lawson (N. del E.)

La siguiente foto pertenece al archivo de Cora Alicia Leivinson, fue tomada en 1968 en el Teatro Carpa El Palomar. La tres chicas apoyadas en la pared son (de derecha a izquierda): Graciela  Chama, Aracy Rosati y Cora Alicia Leivinson. También podemos ver a otros miembros y asistentes del teatro.


Santa Clara del Mar (1ª parte) - más de los años 60 y 70

En los años 60 Oscar construyó una casa de veraneo en Santa Clara del Mar, él la bautizó como «El Langostino Melancólico». En esa época Santa Clara era una zona agreste, nada que ver con la actualidad. En «El Langostino Melancólico» se hacían muchas reuniones, recordadas muy gratamente por todos sus asistentes, en especial por los que entonces eran niños o adolescentes. De esas visitas a la familia Rosati hay muchísimas anécdotas, de momento utilizaremos esa ubicación como parte de la trayectoria de Aracy.

Para empezar, la mayoría de los alumnos nombrados anteriormente eran asiduos visitantes de esa residencia. Por ejemplo, Juana Graciela Chama:

—Pasé un verano memorable en casa de ellos cuando yo tenía 15 o 16 años, me recibieron como una de familia, los recuerdo con amor. ¡El sentido del humor de Oscar era memorable!—

Alguna de las vivencias y recuerdos de Cristina Ghione en esa localidad:

—En 1968 fallece mi padre. Oscar le propuso a mi mamá llevarme con ellos a un lugar de la costa llamado Santa Clara del Mar, a pasar los meses de verano. Diciembre, enero y febrero. Desde 1968 hasta 1972, todas las vacaciones las pasé en Santa Clara.—

Seguidamente, un recuerdo de Cristina junto a Aracy en Santa Clara:

—Tenía un gran sentido del humor (Oscar Rosati). Muchas noches después de cenar desaparecía y volvía transformado en una bruja o en un fantasma. Apagaba las luces y con una sábana y una linterna nos asustaba a Aracy y a mí. Contaba historias de terror, que se inventaba, para prologar los disfraces que armaba.—

Otro excentricismo de nuestro querido maestro narrado por Cristina:

Un día nos quedamos solas (Aracy y Cristina) con él porque Elisa había viajado a Buenos Aires. A la mañana desayunamos y nos fuimos a la playa. Oscar siempre estaba componiendo o tocando la guitarra, rara vez salía de la casa. Llegó la hora de la cena. Comimos y ofrecimos lavar los platos. Se negó. Se vistió con un delantal, un pañuelo en la cabeza y comenzó a cantar a voz en cuello: —la mujer que al amor no se asoma, no merece llamarse mujer*—, mientras revoleaba los platos por la ventana hacia el jardín, que se iban rompiendo uno a uno. Cuando Elisa regresó al otro día nos preguntó por los platos que faltaban. Oscar contestó: —No tenemos la menor idea. ¿No es verdad?— dijo mirándonos a los ojos. Elisa supo que había sido él.—

*Una Mujer, canción interpretada por el cantante Gregório Barrios (1911-1978). Originario de Bilbao (España), emigró con su familia a Argentina en 1921 (N. del E.)

Una de las amistades de Oscar Rosati y Cristina Ghione en Santa Clara era Juancho Orensanz. Juancho es un importante documentalista fotográfico de esa localidad, lleva años compartiendo su archivo, toda una enciclopedia del origen y evolución de Santa Clara. Hay que tener presente que Santa Clara del Mar fue fundada en 1949 por miembros de su familia, los hermanos Antonio y José María Orensanz.

Juancho me ha compartido verdaderas joyas fotográficas en las que vemos a Rosati en las comentadas reuniones, siempre actuando ante la cámara con sus bromas y excentricidades. Juancho, precisamente en una de esas reuniones, conoció a la antes mencionada Graciela Chama, naciendo entre ellos una más que bonita amistad. Él tenía unos 14 o 15 años.

Del inmenso archivo de Juancho presentamos esta fotografía, en la que vemos a Aracy (la tercera chica empezando por la izquierda) junto a otras de sus amistades de Santa Clara.


Capital Federal (Buenos Aires) - más de los años 70

En alguno de los años próximos a 1970 la familia Rosati se muda a la Capital Federal, Avenida Independencia 1155. Luis Horacio Almirón me expone una posible razón:

—Imagino que el inicio de la carrera de Aracy en la Universidad de Buenos Aires (Cap. Fed.) donde se recibió de Psicóloga, debe haber sido un factor importante en la decisión de dicha mudanza, ya que hasta ese momento había sido una alumna brillante en un colegio alemán de prestigio, cercano a su anterior domicilio.—

Nos acercamos al 15 de junio de 1979, fecha en que nos deja Oscar. Almirón recuerda la última vez en la que se reunió con su maestro y amigo, también habló con Aracy:

—Lo había visto la última vez en su departamento, en cama, muy mal, esforzándose para hablar. Dadas esas circunstancias Aracy me pidió que ya no lo visitara.—


La Plata - años 80

En diciembre de 1979 la familia Almirón recibe una carta de Aracy, es la invitación a su boda. Será  el 5 de enero de 1980 a las 22 h, en la parroquia de San Francisco de Asís de La Plata. En esta ciudad es donde también trabajará Aracy, según un informe, en el sector de la salud humana. Dada su titulación entendemos que como psicóloga.

Con el tiempo el matrimonio adoptará a una niña, con la cual tuve ocasión de hablar una vez con ella.



Santa Clara del Mar (2ª parte) Bariloche y La Plata - años 80 hasta el 2016

Seguimos en los años 80, el documentalista Juancho Orensanz sigue viviendo en Santa Clara del Mar, lleva años sin saber nada de Oscar Rosati (no estaba informado de su fallecimiento).

A mediados de los 80 (85 o 86) tiene un reencuentro con Aracy, la ve muy cambiada. Ella ha decidido tener una nueva vida, enfocada en la religión y a un nuevo círculo de amistades, afines a esa nueva trayectoria. También le presenta a su marido, un muchacho carpintero del mismo culto.

En esa época Aracy y su marido tendrán una vida recluida: no reciben visitas, no se les ve por el pueblo ni por las tiendas… También modifican la casa, hasta el punto de dejarla irreconocible respecto a la época antes descrita, la de las entrañables reuniones en el «El Langostino Melancólico».

Quien sí tuvo contacto en esa época con el matrimonio fue Violeta Mara De Tomás, cree recordar que eran devotos de «La Medalla Milagrosa». También recuerda gratamente las conversaciones con Aracy y su ilusión de concebir una hija, y la sorpresa de verla al año siguiente con una niña entre los brazos. Antes de la adopción, el matrimonio estuvo viviendo en la ciudad de Bariloche (provincia de Río Negro, Argentina).

Juancho recuerda que el matrimonio y la hija estuvieron en Santa Clara aproximadamente hasta el año 2007/2008, sin poder volver a tratar con ellos. Suponemos que a partir de esas fechas centralizaron su vida en la vivienda de La Plata.

Aracy también visitaba periódicamente la histórica tienda «Antigua Casa Nuñez» (Buenos Aires), distribuidores de la «Cartilla de la guitarra» y otras partituras de Oscar Rosati. Esas visitas eran para el cobro de los derechos que había heredado del patrimonio musical de su padre. Al respecto, Luis Almirón me daba una triste noticia el pasado mes de abril: el cierre de la Antigua Casa Nuñez (1870-2024).

El 14 de abril del 2016 se despedía Aracy de nosotros. El 21 de agosto, sin saber de su fallecimiento, intenté contactar con ella por teléfono, me respondió su marido dándome la mala noticia. Casualmente, ese mismo mes de agosto ya había inaugurado la página que recopila la vida y obra de Oscar Rosati, por lo que decidí dedicar el trabajo a Cecilia Aracy Rosati Quartara como homenaje.

Agradecimientos

Luis Horacio Almirón
María Concepción Patrón
Gustavo Antonio Aponte
Vincenzo Pocci
Angélica Adorni
Mario César Pecelis
Juancho Orensanz
Cora Alicia Leivinson
Graciela Chama
Betty Chama
Cristina Ghione
Violeta Mara De Tomás
Marido e hija de Aracy