viernes, 19 de febrero de 2021

Obras de Oscar Rosati - Archivo de la familia Almirón (I): estudios no publicados I

Sirva este artículo para celebrar el 108 aniversario del maestro Rosati.



Hace unos años, estudiando alguna de las obras de Oscar Rosati, me entretenía con la habanera titulada «Kuky» (así escribió Rosati el apodo Kuqui) dedicada a Lucía Almirón, en esos momentos no podía imaginarme la importante relación de la familia Almirón con Rosati, ¡y que en el futuro entraría en contacto con alguno de sus miembros!

Sixto Almirón (1904-1961)
Rosati se trasladó a Comodoro Rivadavia en los años 40 por razones de trabajo, al poco tiempo, gracias a una amistad en común, conoció al guitarrista Sixto Almirón. En ese momento se inauguró el gran vínculo entre Rosati y la familia Almirón, este perduró durante toda su vida abarcado tres generaciones. Alguno de los hijos de Sixto fueron alumnos de Oscar, como Lucía (Kuqui) o su hermano pequeño Horacio Almirón (Tate).


Horacio, al ser el benjamín de la familia, conoció a Rosati desde su más tierna infancia. Aún recuerda como su hermana Kuqui, cuando él tenía 11 años, le acompañaba por la tarde a la academia del maestro, allí estudiaba hasta entrada la noche. Fue instruido por Oscar en Comodoro Rivadavia hasta que la familia Rosati se mudó a Buenos Aires, entonces, continuó los estudios con el maestro Juan Calo en el Conservatorio Santa Cecilia de Comodoro. Años después, al iniciar Horacio sus estudios en la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires, retomó el contacto con Rosati. Juntos compartieron grandes momentos hasta los últimos días del maestro.

Lucia Almirón «Kuqui» (1933-2011)
Incluso los nietos de Sixto se relacionaron con Oscar en los años 70, en este caso, al ser pequeños en esa época, recuerdan con felicidad como participaban en los asados que organizaba Oscar en su casa de Santa Clara del Mar «El Langostino Melancólico»; o como se deleitaban con las lecturas de la impresionante colección de cómics que atesoraba Rosati en su biblioteca. Gracias a uno de esos «niños», Fernando Almirón, (y el destino) entré en contacto con su tío Horacio Almirón, él me está ayudando enormemente en esta tarea de recuperar la obra y vida del maestro. También tengo la suerte de recibir ayuda de una de las nietas de Sixto, Marcela Ergas, hija de Lucía Almirón (1933-2011), ella se encarga de preservar el legado musical que recibió su madre por parte de Rosati.

Es impresionante la cantidad de vivencias comunes, anécdotas e información importante que me ha aportado Horacio sobre la vida de Rosati, esto lo dejaré para otros capítulos, en esta ocasión daré prioridad a presentar un primer grupo de obras del legado de esta gran familia: la primera parte de los estudios inéditos de Oscar Rosati.

Estudios avanzados de Rosati no publicados

Durante muchos años estudiantes de guitarra, y sus profesores, han disfrutado con los magníficos estudios que escribió Rosati para su iniciación, ejemplos serían las «Cartillas de la guitarra» o los «Estudios para los principiantes de guitarra». Siempre pensé que era obvio que el maestro hubiera escrito alguna serie de estudios originales para los alumnos más avanzados, si existían, nunca fueron publicados. A lo sumo encontraremos dos estudios: uno para campanelas «Arpa Guaraní» y un estudio elemental para el trémolo.

Gracias a María Concepción Patrón descubrí el primero de esos estudios inéditos, el número 21. Esa cifra indicaba que quedaban muchos estudios por descubrir, actualmente sé que existen como mínimo 25 que estén numerados. Gracias a Horacio y el legado de su padre se han podido recuperar unos cuantos, algunos no tienen numeración y otros incluso tienen título propio.

Estudio (Chubut 1945)

Gracias a los manuscritos de este estudio y la polka Chesÿ Pegüará, pertenecientes al legado de Sixto Almirón (1904-1961), la obra de Rosati se ha podido extender hasta los años 40. Algunas creaciones de esa época están escritas en Chubut, este estudio específicamente en abril de 1945. Pude acceder a otro manuscrito más moderno del mismo estudio, en esta ocasión la caligrafía era de otra persona y con una pequeña indicación que pone «para Colombo». Este «Colombo» tal vez sea el guitarrista Emilio Colombo o su hijo, y alumno, José Colombo. Eso demuestra que el estudio perduró en el tiempo y siguió interpretándose ya que aunque es una copia idéntica al original hay indicaciones, no pertenecientes a Rosati, sobre cómo tocarlo. Este manuscrito pertenece al legado de José Smiroldo.

Partitura: Estudio (Chubut 1945)

Estudio nº 16

Escrito en Comodoro Rivadavia en junio de 1952, está dedicado a Alfredo Reyes, esposo de la guitarrista Ofelia Delfino de Reyes (profesora de la guitarrista María Concepción Patrón):

«A mi querido amigo Alfredo Reyes, de todo corazón»

Este estudio pertenece a un tipo de composiciones muy interesantes, son obras con cierto carácter romántico (del romanticismo) que recuerdan a estilos más pianísticos que guitarrísticos. De hecho, Rosati también tocaba el piano, el guitarrista Daniel Küper, que tenía contacto con el maestro, me comentaba que en muchas ocasiones Rosati utilizaba el piano para escribir sus obras para posteriormente transcribirlas a la guitarra.

Partitura: Estudio nº 16

Estudio nº 18

Esta es la única obra que conozco de Rosati con número de Opus, el número 2. Fue escrita en Comodoro Rivadavia en junio de 1952, su título completo es «Estudio en Mi menor nº 18 (Op. 2)». Si el estudio anterior tenía un carácter pianístico este directamente tiene la furia romántica de un Beethoven o un Chopin. Es guitarrísticamente muy exigente y requiere de una mano izquierda muy bien preparada, algunos pasajes reclaman de unas extensiones de los dedos muy extremas.

Partitura: Estudio en Mi menor nº 18 (Op. 2)

Estudio nº 21

En la presentación hablaba del estudio nº 21 aportado por M. C. Patrón de su archivo, en este caso la partitura está editada a partir de la versión del archivo de Horacio Almirón, la razón la explico seguidamente: 

En el título del ejemplar de María aparecía entre paréntesis la palabra «ampliado» (tachada, por cierto), gracias al ejemplar de Horacio he podido descubrir que, efectivamente, existía una versión anterior más simple. A esta le he dado prioridad por su antigüedad y por el contexto del artículo. La versión original fue escrita en Comodoro Rivadavia en marzo de 1955, Rosati, mucho después, recuperó este estudio e hizo una versión que casi se podría denominar «de concierto» dada su extensión. Esto lo hizo en febrero de 1977 en su casa en Santa Clara del Mar, en el futuro esta versión también será publicada.

Partitura: Estudio nº 21

Correntino estudioso / Estudio en forma de galopa

Oscar Rosati y Sixto Almirón se profesaban una gran amistad y complicidad, en cualquier documento que los relaciona siempre encontraremos bromas y guiños entre ellos. Este es el caso del siguiente estudio escrito en Comodoro Rivadavia, Rosati se lo dedicó a su amigo en julio de 1956. Los textos que acompañan la portada del manuscrito están llenos de excentricidades que básicamente entendían ellos:

A vos 
Correntino estudioso 
Galopa - Stücke Für M’Baracá 
por mí 


Horacio me ayudó a interpretar muchos de los detalles, de los términos en alemán se encargó el guitarrista, e intérprete de Rosati, Daniel Küper:

«A vos», hay que entenderlo como dedicado «a Sixto Almirón».

«Correntino estudioso» (el título), hace referencia al origen de Sixto. «Correntino» es el gentilicio aplicado a los nacidos en la provincia de Corrientes.

La siguientes palabras, Stücke Für M’Baracá, son una macarrónica mezcla de nada menos que el alemán y el guaraní, este último idioma bien conocido por Sixto dado su origen:

«Stücke Für» (alemán utilizado un poco libremente) - Pieza para

«M’Baracá» (guaraní) - Guitarra

«Por mí», obviamente, se refiere a escrito por Oscar Rosati.

Después, al inicio de la obra, encontramos la frase en italiano «A cuero, e poi, tempo di galopa». La traducción sería: «A cuero, después, tiempo de galopa». El término más intrigante es «A cuero», Horacio intuye que refleja la actitud de darle con la fusta o rebenque a la cabalgadura para estimularla (y después galopar).

Volviendo a la partitura. El manuscrito del que estamos hablando es el original, tiene incluso correcciones aunque el resultado final es muy prolijo. Rosati, posteriormente, hizo otro manuscrito perfectamente editado (con muy pocos cambios) pero en esta ocasión le puso un título más asequible: «Estudio en forma de galopa». Este segundo manuscrito, una vez más, pertenece al legado del guitarrista José Smiroldo.

El género musical argentino «Galopa» hasta ahora me era desconocido, inicialmente vinculaba la palabra «Galopa» con las galopas europeas, como por ejemplo la incluida por Fernando Sor en su opus 32:


La galopa argentina es muy diferente, utiliza una serie de fórmulas rítmicas que inicialmente me sorprendieron, una combinación de compás compuesto incluyendo grupos de cuatrillos. Preguntando a M. C. Patrón al respecto me comentó lo siguiente:

—La Galopa es un género de nuestro litoral, es muy rítmica, a mí me recuerda el fluir del río (nuestras provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones están abrazadas por dos grandes ríos, el Paraná y el Uruguay). Los grupos de cuatrillos en la galopa se tocan como precipitados para volver al ritmo.—


Partitura: Correntino estudioso

Como anexo a lo hablado incluyo una galopa argentina, servirá de comparativa con la de Fernando Sor. La obra es «Selva y Río» (Galopa nº 1) del compositor Héctor Ayala (1914-1990), el intérprete es el amigo Jorge Martini, en su repertorio también encontraremos numerosas obras de Oscar Rosati:


Ejercicio de extensión

Para acabar presentaremos una obra a la cual Rosati se refirió como «ejercicio» aunque por su musicalidad se merece el puesto de «estudio». Fue escrito en Comodoro Rivadavia en septiembre de 1956, con él podremos trabajar una serie de arpegios muy extensos que abarcan gran parte de la tesitura de la guitarra.

Partitura: Ejercicio de extensión